Entre aventura y aventura de Tadej Pogačar, corrillo hablando de las capacidades y límites de Juan Ayuso y la irregularidad de Joao Almeida, UAE ha cubierto de actualidad la parte visible del iceberg. En cambio, toda esa masa de hielo que queda fuera de la vista oculta hombres y nombres que, como Marc Hirschi, consiguen nadar entre todo ese mar de pequeñas islitas que son carreras que son el ciclismo de hoy.
El suizo fue concebido y traído al centro de la atención ciclista como una especie de Alaphilippe con origen en las montañas. La bellísima Berna le vio nacer del mismo modo que entre mascarillas nos cautivó a todos en esa extraña temporada que fue la de 2020. Uno de los primeros nombres en sorprendernos en ese ansiado regreso del ciclismo, con la población mundial recluida aún en casa buscando centros de atención que desviasen el pensamiento del monotema. Ganar en el Tour, la Flecha Valona y el bronce en el Mundial no fueron poca cosa. Sirvió para ponerle en mapa, para que los grandes del panorama internacional apuntasen su nombre.
UAE dominaba el ciclismo con Tadej, la intención fue y es rodearle de los mejores. Construir un grupo de ciclistas top que responda en todos los frentes, también las clásicas de cotas, el terreno en el que Marc se desenvuelve a las mil maravillas. El fichaje se confirmó, Sunweb pasó a la historia y tras un arranque decepcionante con los de ‘Matxin’, ha terminado por encajar en un papel secundario al tiempo que fundamental. Menos brillo mediático, más lana recaudada. Si UAE mantiene el pulso con el Jumbo Visma a nivel de clasificación UCI se debe, entre otros factores, a la gran aportación calórica de este ciclista.
Hirschi ha sufrido reveses en forma de lesión cuando sus mejores días se aproximaban. 2022 empezó con una operación de cadera y 2023 con un tortazo en Algarve que terminó en fractura de radio. Así es complicado disfrutar de continuidad. Fuera de las vueltas de tres semanas, ha degustado un calendario más calmado, más adaptado y donde tenía mucho más que ganar. En las grandes le hubiese tocado trabajar para el líder de turno con la recompensa de vivir un par de días libres en busca de su gloria personal. Así, ha podido luchar por ella desde el minuto uno.
La enésima buena actuación en Luxemburgo nos trae a la memoria a este gran ciclista. Si repasamos su 2023, podemos decir que el fondo de armario del UAE está bien cubierto con él. Desde agosto, su peor resultado en clásicas ha consistido en el décimo puesto en el GP Montreal. En las vueltas cortas, el sexto. El ex campeón mundial sub-23 luce con orgullo por fin el maillot de campeón de su país. La discreta cruz blanca en el pecho le ha servido para corroborar la confianza que este 2023 ha supuesto en él, la confirmación de que sin vivir ese papel de protagonista con el que empezó, también puede aspirar a los Óscar.
2024 parece un año diseñado para disfrutar de diversas emociones. Por un lado, su contrato con UAE avanza hacia el final de sus días, el cual todo hace indicar que se renovará. El Campeonato del Mundo regresa a suelo suizo y entre otros cazadores de tesoros, hay uno que desde ya le pone ojitos al maillot arco iris. En un mundo de hipotéticas sorpresas y marcajes, quién puede negar que el Hirschi de hoy no sea capaz de dar la campanada y regresar al Tour de Francia para brillar más que su jefe de filas.
Fotos: UAE / Sprint Cycling Agency
Nacido en Madrid el 2 de abril de 1986, Jorge Matesanz ha pasado por ser fundador y director de proyectos como Revista Desde la Cuneta, Tourmalet Magazine o High Cycling, además de colaborar en otros proyectos como Palco Deportivo, Plataforma Recorridos Ciclistas o Con el Plato Pequeño. Tras más de 15 años dentro del mundo del ciclismo, llega el momento de fundar Le Puncheur junto a Sergio Yustos y seguir acercando artículos de opinión, casi siempre sobre ciclismo profesional.
