Hablamos con Rafa Díaz Justo (ex ciclista de la ONCE y actual director de la versión sub23 del Eolo Kometa). Ciclista profesional entre 1994 y 2004, cumple más de diez años como director, una perspectiva que ha enriquecido mucho a aquel fiel y sacrificado gregario que durante una década asistió a líderes como Jalabert, Zulle, Olano o Beloki. Ahora como responsable del paso intermedio entre el campo amateur y el profesional, forma a los jóvenes que pasarán por el ciclismo A tarde o temprano.
¿Cómo va la vida?
RDJ: «La vida me va bien, trabajando mucho, en lo que me gusta, que es dirigir y entrenar con ciclistas, hacer carreras, que es para mí lo más motivante, y no me puedo quejar. Ya he cubierto la décima temporada en el equipo, en la categoría sub23. Año complicado, con caídas, percances, pero luchando, en eso estamos»
Recuerdo, sin duda, para Arturo Grávalos…
RDJ: «Sí, ha sido duro. El hueco que nos ha dejado Arturo ha sido muy grande… La dirección del equipo ya sabía desde hace dos años que se trataba de una lucha difícil. Nunca te quieres imaginar el final, pero sí que sabíamos que era grave. Era un chico ilusionante, siempre con una sonrisa en la boca, que lo dice todo. La vida es así y toca seguir luchando. Por desgracia, con tantos años en el mundo de la bici me ha tocado vivir algo así en varias ocasiones. Recuerdo cuando Mariano Rojas nos dejó, los hermanos Otxoa, aunque tuve más afinidad con Ricardo, que corrió con nosotros en la ONCE. Es la vida, no podemos hacer nada. Intentar recordarles, que es lo mejor que podemos hacer»
No son malos tiempos para el Eolo-Kometa, ¿no? Hicistéis un buen Giro.
RDJ: «Para nosotros fue el Giro perfecto. Hemos hecho más de diez etapas en el top ten, que para un equipo pequeño como el nuestro es un gran resultado. Hemos sido líderes de la montaña bastantes días, hemos ganado una de las etapas más bonitas que hay en el Giro y se nos vio muchísimo. Si quitamos el eclipse que producen Roglič y Thomas, a tener en cuenta después, nosotros. Estamos contentos»
El equipo estaba buscando y encontró sponsors para crecer. ¿Con qué objetivos?
RDJ: «Fran Contador siempre nos ha dicho que su ilusión sería tener en el equipo todas las categorías. Engloba tener equipo femenino y masculino en el World Tour. Seguir teniendo lo que tenemos creo que no es complicado porque tenemos patrocinadores importantes que son fieles a nosotros. Lo que queríamos transmitir con aquel escrito era que la cosa pintaba muy bien. Es posible que mucha gente lo viese como la defunción del equipo o que estábamos en una situación crítica, pero ni mucho menos lo era, todo lo contrario. Las cosas no son fáciles con la que está cayendo, pero no son imposibles, y en ello estamos»
¿Qué posibilidades hay de que el equipo tenga licencia española en algún punto?
RDJ: «Es una idea, se ha trabajado en esa línea. Es cierto que a nivel interno tenemos la información muy blindada. Ahora no hay más de tres personas que sepan todos los pasos que se están dando, y me parece un acierto porque al final la información viaja con mucha velocidad en estos días y no siempre beneficia»
Sobre el equipo sub-23, ¿cómo van la cosas? Año complicado en algunos aspectos, pero es un vivero que sigue aportando ciclistas al primer equipo.
RDJ: «Si hacemos un repaso histórico, ya hay corredores que han pasado por el equipo que están disputando carreras World Tour: Enric Mas, Carlos Rodríguez, Juanpe López, que fue líder en el Giro, Fernando Barceló… Son corredores que han crecido muchísimo y ya no están en nuestras filas porque no teníamos cabida para ellos en un equipo que está a medio camino entre la élite y el ciclismo base. Tenemos ciclistas prometedores como Davide Piganzoli, del que pensamos que va a ser un corredor impresionante, o Fernando Tercero, que viene de una progresión tremenda y de estar en el top ten de clásicas y vueltas.
Fichamos a Haimar Etxebarría del Caja Rural, que tiene una proyección importante, y un atropello a finales de marzo, vuelve a correr y fractura de clavícula bastante fea. Tenemos a Fran Muñoz, campeón de la Copa de España el año pasado, ha estado en un momento de forma espectacular. Hay corredores como Arnau (Gilabert) que está creciendo muchísimo, despacio, pero sin parar. Este año nos quedamos un poco cojos porque se ganaron muchísimas cosas y en estos casos pasa lo que pasa, que subieron seis y te desmontan un poco el equipo.
Me hubiera gustado contar con Marcel Camprubí, pero al final contra esas cosas no puedes luchar si viene un equipo profesional como Q36.5 y le ficha. No estamos para cortar alas a nadie, todo lo contrario. Algún día tal vez podamos retenerlos. Creo que Marcel podía haber aguantado un poco más, pero es imposible ante un contrato profesional. Ley de vida»
¿Se ve todo diferente desde la faceta de dirección? ¿Te hace entender más a Manolo (Saiz) cuando eras ciclista?
RDJ: «La labor de dirección es muy diferente. Voy a hacer 51 años (noviembre) y mi paso como ciclista fue entre 1994 y 2004. Un ciclismo completamente diferente al de ahora mismo, sobre todo por la forma de trabajar. Este ciclismo es híper profesional, en cuanto a preparación, alimentación, psicología… Existen muchos más factores que en nuestra época no existían. Esta evolucionando hasta el punto que el nutricionista, el preparador, el psicólogo tienen mucho peso dentro de un equipo. En época de Manolo, él hacía todas esas funciones. Un director tiene la función de enseñar todo lo que sabe, más todo lo que se va reciclando y actualizando. En diez años he hecho un reciclaje total, estoy viviendo otro ciclismo. Si ahora mismo te quedas cinco años fuera del ciclismo y vuelves, no te enterarías de nada, ha cambiado todo por completo»
¿En qué?
RDJ: «En todo, en la forma de hacer altitud, los descansos, se está corriendo prácticamente todo el año. Ahora el World Tour está corriendo en enero en Australia y en casi noviembre en China o Colombia. Es una forma de trabajar muy distinta y el ciclismo se tiene que ir adaptando a esa forma. Eso nos permite ver el ciclismo desde otras perspectivas con respecto a hace 20-30 años. Como la propia sociedad, que va evolucionando, como el teletrabajo. Todo tiene una evolución»
Como corredor, ¿qué valorabas más de un director? Y como director, ¿qué crees que tus corredores valoran más de ti?
RDJ: «Como corredor, valoraba la parte humana. Voy a ser un poco crítico con Manolo (Saiz). Yo conocí un Manolo Saiz que fue muy humano en los primeros años, había una comunicación muy fluida. Con el paso de los años, la gestión del equipo, la dirección de la Asociación de Equipos Profesionales, la UCI, y demás, desde mi punto de vista, le afectaron hasta el punto de perder ese contacto con el corredor, y eso al final como ciclista te hace sentir un poco huérfano.
Intento con todas mis fuerzas que eso no pase en mi caso. No sé si me acabará pasando a mí también, no lo sé. Hay una frase que me parece importante aquí, y es que un padre no puede ser colega de sus hijos. Y eso pasa en la dirección también. Pero es esencial que si el ciclista levanta el teléfono, el director está ahí, que tiene ayuda total. Parece que no, pero el ciclista tiene muchos problemas. Que se rompa la bici ya lo es, la ropa, la forma de viajar… Si no tienen alguien que les dé una solución fácil, pueden convertirse en grandes problemas»
No debe ser fácil…
RDJ: «No es nada fácil a veces, sobre todo porque entran otros agentes en juego, como los managers. Entiendo que en la categoría profesional hay mucho dinero de por medio y debe haber un manager, pero que estén enredando en categoría junior y sub23 no está haciendo ningún favor al ciclista, porque ellos miran el lado egoísta, que es la parte económica, cuando en estas categorías no se gana tanto y se están tomando decisiones que nos son acertadas. El director está en ese punto de convivir en medio, es un matrimonio complicado»
¿Cómo ves el papel de los manager en el paso de junior a profesional con tantos y tantos casos en nuestros días?
RDJ: «En el histórico del ciclismo que yo conozco, nos tocó vivir con un campeón del mundo junior como fue Miguel Morrás, que ya tenía un representante entonces, que pasó de juveniles a profesionales firmando por cuatro años. Esto no es una moda de ahora, pero sí se ha producido el efecto contagio. Yo que me muevo bastante en el calendario italiano, puedo decir que la categoría sub23 como tal está desapareciendo. Existe la categoría continental, pero muy pocos equipos sub23. En Italia es muy factible hacerlo por motivos fiscales. En España es inviable. Hay muchos corredores en junior con material de World Tour. Lo que están haciendo es enviar a algunos ciclistas a equipos continentales europeos como el de Axel Merckx como paso intermedio.
Hay varios ya peleando por cosas grandes.
RDJ: «Han coincidido varios ciclistas como Remco (Evenepoel), Carlos (Rodríguez) o (Juan) Ayuso, pero no todos tienen esa calidad. Y están pasando muchos corredores así. Nos pasó con algunos ciclistas en el pasado. Les haces una propuesta para el equipo sub23 porque pensamos que todavía tiene que crecer como deportista y te vienen con ofertas del World Tour. Les dices que lo ves precipitado, que a veces los resultados pueden ser engañosos, pero al final se marchan y luego el tiempo te acaba dando, por desgracia, la razón.
¿Le va a ayudar a ser profesional? Pues a lo mejor esta transición que desde mi punto de vista la debía hacer de un modo más tranquilo, sin presión, sin mucho calendario, para que la adaptación sea total. Es un problema porque estamos jugando con ciclistas que podrían tener recorrido, y que vamos a perder muchos en el camino. No sólo en España, eh»
Italia también está siendo víctima de esta circunstancia, ¿no?
RDJ: «En Italia, también. Teníamos a dos junior que queríamos incorporar y otro equipo italiano les ofreció un contrato de cuatro años como profesional. Hay algún español pasando con más pena que gloria por dicho equipo. ¿Es bueno esto? Yo creo que no es bueno. Creo que estar uno o dos años en categoría sub23 sería importantísimo en la formación de muchos ciclistas. En Italia hay una opción a nivel federativo, que era que si un junior no encuentra equipo para saltar a sub23 puede continuar un año más en categoría junior. El ciclista italiano, al parecer, tiene la obligación de permanecer dos años en sub23.
Lo que se está haciendo es que como es una ley de aplicación italiana, se está empadronando a los corredores en otras localizaciones y así pueden sortear esta norma. Sinceramente, creo que este proceso no está ayudando nada al ciclismo. Hay que conceder los tiempos de cocción, no podemos pedir uvas en el mes de julio, porque no las hay, las hay en septiembre. Es antinatural, espero que no dure muchos años, porque va a dejar muchos juguetes rotos en el camino. Siempre desde mi punto de vista, tendríamos que volver a tener esta conversación dentro de diez años para analizar qué ha pasado»
Ya tenemos corredores que han pasado por ello y se retiran.
RDJ: «Peter Sagan es un corredor que pasó por este formato. Es cierto que ha tenido varios años en profesionales a «nivel Dios», pero ha estado sus seis últimos años sin ofrecer resultados y cuelga la bicicleta con 32 años. ¿Qué está pasando?»
¿Cada caso será diferente? ¿O seguirán todos una senda similar? El desgaste no será físico, sino psicológico, ¿no?
RDJ: «Efectivamente. Esa es la cuestión. El cóctel es perfecto: corredor motivable por juventud, con condiciones, que van a ser millonarios con 25 años y que tienen que aceptar que las carreras las gana sólo uno. En cuanto te venga un año o dos de crisis, va a ser difícil de levantar. Quizá tengamos que analizar la evolución de todos estos estratosféricos que tenemos ahora, que son unos diez ahora mismo.
Vamos a ver la evolución de todos ellos en un periodo de cuatro o cinco años. El caso de Pogačar roza la excelencia. Ya todo lo que ha hecho está a otro nivel, y es que si sigue a este nivel durante diez años, va a vapulear todos los récords, pero no lo sabemos aún. Es esta transición nos estamos comiendo corredores que nos vamos a perder en el camino o dejarles en tierra de nadie»
A equipos como el vuestro le interesa que a los ciclistas que pasen por vuestras filas les vaya bien, ¿no?
RDJ: «Está mal hablar bien de uno mismo, pero ofrecemos un calendario muy bueno, tanto en España como en Italia y puntualmente en Francia. Los managers en estos aspectos no están siendo buenos consejeros para los ciclistas. A Fran Muñoz le dijimos que antes de pasar a profesionales pensábamos que le faltaba un año más. Camprubí venía del mundo del triatlón, lleva dos años en la categoría y le envían al World Tour, y sé de buena tinta que se le está haciendo muy dura la adaptación. Ese problema vino por el manager, que le «obligó» a ser profesional. El que tiene mano juega con los equipos para insertar corredores.
Me da mucha pena, la verdad. Con el de Marcel tuvimos un problema anterior con un corredor que acabó saliendo del equipo. No hubo buen ambiente y nos lastró a la hora de que estos corredores siguieran. Nos ha pasado una vez, nos volverá a pasar, es el día a día y no nos pasa sólo a nosotros, pasa en todos los equipos. Todos los proyectos similares al nuestro como puedan ser Finisher o Caja Rural conviven con este tipo de situaciones»
Situación difícil…
RDJ: «Estamos en una situación complicada porque combinamos nuestros proyectos sub23 con equipos continentales, no World Tour. Y eso te lastra a la hora de conseguir a algunos ciclistas que ven reclamo en esos otros equipos»
¿Cuál es la receta perfecta para que un joven llegue a ser pro o triunfo en la élite?
RDJ: «Los chavales deberían sí o sí acabar los estudios. Es un requisito que tenemos en las categorías inferiores. Tenemos comprobado que ciclistas que se dedican exclusivamente al ciclismo acaban por tener problemas emocionales cuando los resultados no acompañan. También deberían dejarse aconsejar por la gente que trabaja detrás de proyectos serios como el nuestro. A nivel de preparación, de competición, etc. Hay corredores que vienen de categoría junior corriendo todos los fines de semana y cuando vienen con nosotros les aplicamos el formato pro, que es correr mucho durante dos semanas y descansando otras dos.
El hecho de querer ganar la forma a base de competir en carreras no es buena idea. En todo caso, dejarse asesorar por los profesionales de este tema. Volvemos al problema que comentábamos, es importante no dejarse influir por terceros, con muchas cosas en paralelo. A nosotros nos arrebata mucho control de la situación. En nuestra experiencia, en una grandísima mayoría, tenemos la suerte de que nuestros corredores no tienen a nadie detrás, sino que están en nuestra idea de crecimiento, aunque siempre tienes que contar con un margen de error, como en todo»
¿Te preocupa la base?
RDJ: «Sí. Hay muy pocos niños corriendo abajo. Y con poca base, el problema es grande. De hecho, si haces una batida a la categoría sub23 en España, el 30% ya son muchos corredores internacionales. Los hay con más internacionales que nacionales. Eso sí me preocupa, porque nos quedamos sin corredores en España. Creo que por el MTB nos pueden venir muchos, hay mucha afición. En todos los estamentos tendrían que incidir en la base, con más recursos, con más competiciones, sobre todo porque es la única forma de que todo esto sobreviva un poco. En mi época se juntaban 400 corredores fácilmente. Ahora, para juntar 200 en según qué carreras, se tienen problemas. Hay equipos muy pequeñitos, sobreviviendo año a año, y ahí debería recaer la ayuda institucional»
Hablamos ahora de tu faceta como corredor. Arrancas en el año 1994 como stagiare procedente del Banesto. ¿Era tan Madrid – Barça esa rivalidad con la ONCE?
RDJ: «Sí. El año que yo subo a la ONCE pasamos once ciclistas y se dio la famosa guerra por Carlos Sastre, que también estaba en Banesto y finalmente firmó por la ONCE. Al final es un poco el mismo problema, no tienes cabida para todo, subir a dos es muy complicado porque no tienes sitio, y eso acaba por ser un problema. Por eso se acaban marchando»
Viniendo de Toledo, tierra de grandes escaladores como Bahamontes, ser un rodador como tú podía tener más sentido, ¿no?
RDJ: «Cuando yo subo al equipo pro venía de ganar 12-13 carreras como amateur. Los corredores que pasábamos esos años teníamos bastante palmarés. Ahora están subiendo sin él, y eso es un problema porque al final da la sensación de que les estás regalando el título. Esa guerra de los managers no la teníamos entonces. Cuando yo llego al equipo pro, descubro que mi sitio en el mundo del ciclismo era ser un buen gregario.
Porque llegaba a una crono, lo hacía bien y quedaba lejísimos de los ganadores. No era especialista. Llegaba la montaña y cuando los puertos pasaban de veinte minutos te dejabas en meta cuatro. Escalador tampoco era. Al final obtienes la conclusión de que o te adaptas al medio o el medio no se va a adaptar a ti. Como yo hubiese querido ir de líder, me dirás en qué terreno iba a serlo. Por suerte, en la ONCE había grandes líderes que necesitaban grandes gregarios, y ahí es donde encajé»
Que tampoco era fácil, ¿no?
RDJ: «El líder prepara objetivos concretos. El gregario tiene que estar bien en todas las pruebas. Trabajar para ese líder puntual en esa carrera puntual. Ser buen gregario me hizo ser mundialista tres años seguidos. Estuve en Plouay (2000), en Lisboa (2001) y en Zolder (2002), ganando un oro y un bronce con Freire. Hasta en eso me salió bien la jugada»
Lo que nunca corriste fue el Giro. ¿Te pesó después?
RDJ: «No, la verdad. En cuanto llegué a la ONCE tenía unas medidas muy similares a las de Jalabert en cuanto a altura de bicicleta. Incluso llegué a adaptar mis medidas a las suyas. Así teníamos la bicicleta perfecta a su servicio. Esto me hizo correr nueve veces la Lieja. Seguramente sea uno de los ciclistas españoles que más haya corrido en la Copa del Mundo. Roubaix, Amstel, Zúrich, Milán San Remo…»
Pero Jalabert corrió una vez el Giro (1999)
RDJ: «Cierto, pero el año anterior había corrido mucho y no terminaba yo de marchar como me gustaría. Y me quedé sin ir al Giro. He corrido algún Tour, alguna Vuelta y temporadas de 120 días, casi nada. Eso ahora es impensable»
En kilómetros también.
RDJ: «Temporadas de 41.000 (kilómetros). De auténticos locos. Pero estoy contento y feliz de mi paso por el mundo pro en esos años»
Tuviste también algún día de gloria como en la Vuelta a Galicia.
RDJ: «En mi paso por el mundo profesional tuve la suerte de ganar una etapa del Tour del Porvenir, de llevar el liderato y de ganar una etapa en la Vuelta a Galicia. Venía de disputar el Tour de Francia y pude ganar en Orense, mi madre es de allí. Era un día que llegó un grupo muy pequeño, con el segundo director mandando atacar a Mauri, que decía que no iba bien, y arrancó Santi Blanco conmigo muy cerquita de meta. Y en un repecho fui capaz de ganar a Markus Zberg, que en ese momento era uno de los más rápidos del mundo en ese tipo de llegadas. Me pilló en un momento muy dulce y me hizo sacar muchas fuerzas el hecho de estar en tierra de mi madre»
Te marchaste del ciclismo tras el primer año en Liberty Seguros. Pasaste diez años en esa estructura. Desde tu punto de vista, ¿qué cosas se hicieron bien y cuáles se pudieron hacer mejor?
RDJ: «Manolo (Saiz) hizo muchas cosas buenas para el ciclismo. El I+D que existe ahora mismo en el pelotón viene de él: las emisoras, la aero en los cascos, el trabajo en altitud… cosas que no se hacían antes y que se empezaron a hacer entonces. Recuerdo una concentración en El Bosque (Cádiz) con Jalabert y Olano haciendo pruebas de aerodinámica en una bajada muy larga y diferentes posiciones, con un ingeniero de Giant. Horas y horas buscando la posición perfecta. Un túnel del viento en movimiento.
¿Qué le sobró a Manolo? Toda la parte burocrática. Le gustaba mucho dirigir, estar en contacto con la UCI. Eso y su ambición personal de más, más y más le afectaron. En mis últimos años, la comunicación con él era prácticamente nula. Puede que le sobrara algún año en el ciclismo. Es una opinión personal que sé que compartimos varios. Creo que se empezó a obligar a ciertos corredores a ir a ciertas carreras y este tipo de cosas provoca cierto ambiente hostil. Por ejemplo, la marcha de Jalabert fue un poco así. Nos pasó a nosotros, creo que con Miguel (Induráin) en Banesto pasó parecido»
¿Crees que se le ha dado un final injusto a Manolo?
RDJ: «Se la ha dado un final malo. Por su carácter, no ha dado un paso atrás y ha reculado. Fui yo quien le engañó para que se diera de alta en Twitter y es un poco su tribuna actual. En ocasiones ataca y a él esas cosas le pierden. Creo que no es justo lo que se hizo con él y con muchos ciclistas tras la Operación Puerto, que es algo que existió, pero no creo que sea motivo para cortar la cabeza a todos para toda la vida, que es lo que creo que se ha buscado. Pasó, la gente pagó sus condenas deportivas, Manolo salió absuelto y está vetado de por vida. Ya se mete en una edad complicada y es casi imposible que se meta a dirigir un proyecto de ciclismo»
¿Qué corredores te impactaron más a lo largo de tu trayectoria? Has corrido con ciclistas muy buenos.
RDJ: «Muchos. Jalabert fue una persona para admirar, el Valverde que hemos tenido estos años. Zulle hizo menos que el motor que tenía, su gran problema era la mente. Sastre, un crack que fue capaz de hacer grandes cosas. Heras tuvo mala suerte por diferentes motivos. Olano, uno de mis ídolos. Tenía un físico que no le correspondía al intentar hacer las cosas que quería hacer, y sin embargo, las hizo. Ha sido campeón del mundo, ha ganado la Vuelta, etc.
Un físico grande y pudo modelarlo para conseguir todo lo que consiguió. Beloki era un ciclista cuyo resultado no fue justo con su rendimiento. Tenía un Tour en las piernas, pero por mala suerte perdió el Tour en el que cayó, que creo que era de él porque estaba a un nivel brutal. Nos quedamos con ese sinsabor. La Vuelta no se le daba igual que el Tour, aunque lo intentó»
Foto de portada: Eolo Kometa
Nacido en Madrid el 2 de abril de 1986, Jorge Matesanz ha pasado por ser fundador y director de proyectos como Revista Desde la Cuneta, Tourmalet Magazine o High Cycling, además de colaborar en otros proyectos como Palco Deportivo, Plataforma Recorridos Ciclistas o Con el Plato Pequeño. Tras más de 15 años dentro del mundo del ciclismo, llega el momento de fundar Le Puncheur junto a Sergio Yustos y seguir acercando artículos de opinión, casi siempre sobre ciclismo profesional.