Y como por arte de magia, la fusión se desvaneció, al menos por el momento. El freno de mano se echa cuando la UCI se pone seria y recuerda la obligación de respetar los contratos firmados con los ciclistas y el staff de ambos. Mientras tanto, la plantilla del Soudal Quick Step se mantiene con 23 integrantes, con catorce bajas que han sido reemplazadas con ocho corredores en su mayoría procedentes de su versión de desarrollo. A excepción de tres ciclistas, entre los que se encuentra Mikel Landa, quien se veía trabajando para los Jumbo Visma y perdiendo todo ápice de protagonismo tras esta operación.
Se prometió información temprana por parte de una de las partes implicadas, pero nunca llegó. Eso hace que nos movamos en el frente de la especulación. Lo objetivo e incuestionable es que la fusión se daba por fructificada en múltiples lugares y de buenas a primeras se ha echado atrás. Lo que haya sucedido entre bambalinas no deja de ser un misterio. También si este ha sido el primero de futuros intentos, que parece el escenario más probable. Es complicado creerse que hayan iniciado todo este complejo proceso y entre la cercanía de los plazos de la UCI y la propia presión que ha añadido este organismo se haya dado carpetazo al asunto.
Suena más bien a excusa, tan trivial que no me la creo. Aquí viene la primera especulación sobre lo que ha podido suceder. Y es que ambos equipos contaban con una de las dos licencias para la venta. Ante la negativa de la UCI y la afirmación del máximo estamento del ciclismo de que el World Tour llegado tal caso se reduciría a 17 licencias, ha podido ser una de las razones que haya frenado el terremoto más importante de los últimos años en el mundillo. Una posibilidad entre mil que pueden aparecer en la imaginación de cualquiera.
Otra posibilidad es que ante las declaraciones de los ciclistas del Soudal Quick Step sobre la posible fusión y su desencuentro con la idea, hayan tomado la decisión de dejarlo en stand by hasta mejor ocasión. No es baladí observar la lista de bajas de cara a la temporada 2024 y el calado de las mismas, con corredores de gran calidad dejando el que se supone uno de los equipos punteros del momento, con un hombre como Remco Evenepoel, que es y será un de las grandes leyendas del ciclismo de este tiempo.
Los capitanes de esta operación habrán tenido en cuenta la obligatoriedad de abonar los salarios de más de cincuenta ciclistas y del staff técnico o las rescisiones contractuales pertinentes y las cuentas habrán dejado de salir. La sensación que da es que la salida de Roglič es una piedra en esta dirección, liberando sueldo y abriendo camino a algún otro afín a marcharse con el esloveno. Eso en un lado del tejado, porque en el otro siguen las fugas, el último ha sido Tim Declerq, rumbo a Lidl Trek, donde le espera el prometedor Andrea Bagioli, también hombre de Soudal hasta diciembre de 2023.
No parece muy normal la situación. Se ha vendido aparentemente una moto que después de la noche a la mañana ha desaparecido. Los plazos de la UCI se conocían de antemano, y si es un argumento real en lugar de una excusa, aún peor por crear expectativa e incertidumbre con ningún efecto real. Al menos de cara a 2024, ya veremos en 2025. El globo sonda se ha lanzado, la gente estará ‘con las orejas tiesas’, como se dice en el argot ciclista, y por el camino habrá contratos que desaparecerán de encima de la mesa, como el de Julian Alaphilippe, el más importante, que concluye con el año 2024.
Contaban tal vez con la posibilidad de que al consumar la unión habría algún resquicio para esquivar lo que después fueron escollos insalvables. Pensarían que los corredores irían firmando por otros equipos en este proceso, pero al escuchar las reacciones de los ciclistas, sobre todo del Soudal y posicionarse estos en contra con determinación, vieron que iba a ser una lucha en la que no podrían ganar.
En conclusión, hemos pasado de todo a nada. No se ha reparado apenas en la prensa sobre ello, sí sobre el rumor en sí y las consecuencias, con daños colaterales a terceros que estaban pendientes de esta operación para pescar en río revuelto. Si bien esto último sería responsabilidad de quienes eligen esa estrategia.
Fotos: Sprint Cycling Agency / Unipublic
Raúl Ansó es pamplonés y cumple más de una década en proyectos como Road & Mud, Urtekaria, Desde la Cuneta, Planeta Ciclismo, High-Cycling y ahora Le Puncheur. El espíritu crítico y una visión siempre interesante sobre la actualidad, además de gran historiador del ciclismo.