Así es el Tour de Francia 2024: etapas, puertos, análisis…

Ya se ha puesto en marcha el Tour de Francia 2024. Lo hace con un recorrido atípico, naciendo en Italia y alcanzando la costa de Niza como punto final. París queda a un lado y lo más cercano que se acerque el pelotón a la capital será Troyes, en una novena etapa muy interesante por caminos de tierra. Del 29 de junio al 21 de julio veintiuna etapas ayudarán a recorrer Francia, dejando de lado toda la franja norte e incidiendo por segunda vez consecutiva en el sureste del país. Los Alpes Marítimos tendrán un papel decisivo y la contrarreloj una importante presencia con 59 kilómetros en esta ocasión.

Como viene siendo habitual en los últimos años, falta por conocer el perfil de las etapas que no se incluyen en el saco de la media o alta montaña, si bien se puede intuir una característica muy interesante y es el aumento de los kilometrajes. Hasta cinco etapas superan los 200 kilómetros y otras dos se quedan al borde de dicha cifra. Las cronos y la escasa longitud de las etapas de montaña compensan el balance y se alcanza una cifra que se acerca al límite de los 3500 kilómetros: 3492. Unos 100 por encima de la edición de 2023.

La característica más importante sería el increscendo que la organización pretende implantar en la carrera, que todo se decida en las últimas etapas, como si eso fuese algo que se pudiese anticipar y predecir. La necesidad de comer territorio en las primeras etapas obliga a distancias muy fuera del umbral actual, todas por encima de los 200 kilómetros hasta pisar suelo francés, que lejos de ser un alivio supondrá el inicio de la alta montaña. En esos tres días en territorio transalpino habrá más media montaña y cotas que días para el sprint.

El paso por los Alpes siendo tan tempranero incluye el Galibier por su lado más amable y un final en bajada en el que ya se impuso Nairo Quintana. Sin contrarreloj, el liderato estará en juego. Será ese primer filtro entre los de la general, más aún subiendo hasta los 2600 metros de uno de los gigantes alpinos más temidos. Lo que no se decida subiendo se decidirá bajando. Para ser una cuarta etapa y tantos ciclistas con fuerza, es un descenso ciertamente peligroso. Esperemos que no haya problemas, porque por ese lado es fácil que pasen 30-40 ciclistas en el pelotón principal.

Aquí vuelve el llano, haciendo eslalon entre montañas hasta alcanzar la contrarreloj individual de 25 kilómetros. Da más la sensación de que se realiza esta etapa más por necesidad que por kilometraje, porque si algo ha demostrado en los últimos años la organización del Tour de Francia es que esta modalidad es una proscrita en sus carreras. En esta edición suman 59 los kilómetros contra el crono en dos etapas, ración aún insuficiente. Eso sí, la última de ellas será la que decida, como en 2023, la carrera.

El segundo domingo de carrera se llega a Troyes, y no de cualquier manera. Tramos de sterrato, de carretera blanca, cubrirán por completo una jornada larga y peligrosísima. A falta de pavés, esta etapa será un auténtico doble filo del cuchillo, una oportunidad de matar o ser matado. Antes del día de descanso, será una jornada para dejar multitud de conclusiones a explorar. Y es que desde ahí ya todo será intenso. Hay un día de transición, viento y rotondas hasta la localidad natal de Alaphilippe, otra jornada de media montaña en Le Lioran y dos etapas llanas para alcanzar los Pirineos.

Francia es enorme y lo demuestra el hecho de necesitar varias etapas para llegar desde el centro hasta el sur del país. Pau dará el pistoletazo de salida a la primera jornada pirenaica, que pese a no ser la primera con alta montaña, sí lo será de facto tras muchos días sin montaña. Ese cambio de desarrollos se dejará sentir y el Tourmalet caerá como un puñetazo en el estómago. Desde ahí ya no hay llano que valga hasta coronar Pla d’Adet, esta vez sin el Col du Portet. Es tiempo de efemérides y hay que homenajear la última victoria de Poulidor. O coincide, lo que cada uno se crea.

Es una etapa para ver quiénes realmente estarán en la lucha por el amarillo. Sin grandes ataques lejos del último puerto, lo cual sería una sorpresa, habrá cartas sobre la mesa, ya que Pla d’Adet es durísimo por sí solo. Al día siguiente, una llegada también muy exigente como es la de Plateau de Beille, que regresa después de unos años de silencio. La etapa es extraña y dura, al tiempo que combina montañas a pares y tramos eternos de llano. Un diseño muy poco imaginativo que en lo práctico cuenta con el Peyresourde de salida, que algo hará. Día para ver a los gallos poner de nuevo las cartas bocarriba.

El día de descanso abre la última semana, con etapas de viento camino de Nîmes o la jornada de media montaña que conduce a Superdévoluy, meta probada por la Dauphiné. Puede ser un día para los mejores, con Noyer a distancia de ser peligroso. Llega el pelotón a Barcelonnette esquivando los grandes puertos (Champs, Cayolle) y perdiendo una ocasión de oro para darles protagonismo. A cambio, un día de esos de media montaña, aunque no se ha detallado nada más en la presentación. Día para escapadas, parece.

En esa recta final, la etapa más temida puede ser la que alcanza la estación de Isola 2000, en la frontera con Italia. La Bonette regresa al Tour desde sus más de 2800 metros para marcar la diferencia. Es el puerto más alto, aunque sorprendentemente no se considera la cima Henri Desgrange que la designa. Aún así, la subida y la bajada son igualmente. Uno de esos puertos que si está el Tour en juego pasará a la historia. En la posición perfecta para generar necesidad de ataque y a distancia de meta para hacer daño. Si la batalla es sin cuartel, es un día para no perderse.

Etapa corta que arranca con Vars. Eso sí, después viene la última llegada en alto y última ocasión para los escaladores, con la ya anunciada jornada con salida en Niza y meta en La Couillole tras cuatro puertos, entre los que se encuentra Turini, un clásico. Aquí se verán las caras quienes tengan algo que decir y con esa situación se llegará a la última etapa, esta vez con capacidad de decisión sobre el resultado final del Tour. La contrarreloj entre Mónaco y Niza, de 34 kilómetros, es durísima, con repechos y dos pequeños puertos, con sus respectivas bajadas.

Todo cuenta, pero sobre todo la entereza para que después de tres semanas de esfuerzos máximos los favoritos no se derrumben ante la presión. Será la primera ocasión en que el Tour finalice fuera de París y Niza, gran aliada de ASO en primavera, es la ciudad elegida. Lástima que no se diese una etapa posterior a la contrarreloj con los clásicos pasos por Eze, La Turbie, etc para decidir en línea. Esperaremos otros 120 años pacientemente para verlo.

Etapas del Tour de Francia 2024:

Etapa 1 / Florencia – Rimini … 206 km

Etapa 2/ Cesenatico – Bolonia … 200 km

Etapa 3/ Plaisance – Turín … 229 km

Etapa 4/ Pirenolo – Valloire … 138 km

Etapa 5/ Saint Jean de Maurienne – Saint Vulbas … 177 km

Etapa 6/ Mâcon – Dijon … 163 km

Etapa 7/ Nuits Saint Georges – Gevrey Chambertin … 25 km (ITT)

Etapa 8/ Semur en Auxois – Colombey les deux Églises … 176 km

Etapa 9/ Troyes – Troyes … 199 km

Descanso

Etapa 10/ Orleans – Saint Amand Montrond … 187 km

Etapa 11/ Évaux les Bains – Le Lioran … 211 km

Etapa 12/ Aurillac – Villeneuve sur Lot … 204 km

Etapa 13/ Agen – Pau … 171 km

Etapa 14/ Pau – Saint Lary Soulan (Pla d’Adet) … 152 km

Etapa 15/ Loudenvielle – Plateau de Beille … 198 km

Descanso

Etapa 16/ Gruissan – Nîmes … 187 km

Etapa 17/ Saint Paul Trois Châteaux – Superdévoluy … 178 km

Etapa 18/ Gap – Barcelonnette … 179 km

Etapa 19/ Embrun – Isola 2000 … 145 km

Etapa 20/ Niza – Col de la Couillole … 133 km

Etapa 21/ Mónaco – Niza … 34 km (ITT)

Fotos y gráficos: ASO