Se cumplen 20 años de la muerte de uno de los grandes iconos del ciclismo en tierras flamencas. Briek Schotte fue, por derecho propio, uno de los primeros ídolos de masas de un rincón del mundo que vive el ciclismo de una forma especial y ama su gran carrera, De Ronde, sobre todas las cosas.
Si hay una bandera que ondea en todas las carreteras donde se dispute una prueba ciclista, esa es la de Flandes. De fondo amarillo y con un león rampante en medio, este estandarte forma parte del decorado de las cunetas repletas de aficionados que esperan con paciencia a sus ídolos, ya sea en altas montañas como en muros adoquinados. Algunos grandes nombres de la historia del Tour de Flandes han entrado en la leyenda hasta tal punto de compararlos con ese león de la bandera. El caso más reciente fue el del gran Johan Museeuw, ídolo indiscutible en Bélgica en la década de los noventa por las grandes actuaciones llevadas a cabo en las clásicas de primavera. Imposible olvidar de ninguna forma a Tom Boonen y sus exhibiciones en estas pruebas y, por supuesto, el carisma que siempre acompañó a este gran campeón flamenco. También, y aunque en este caso no se trate de un belga, el italiano Fiorenzo Magni también fue nombrado popularmente Leone delle Fiandre ya que fue protagonista venciendo en tres ediciones de la carrera flamenca. Sin embargo, el que pudo ser con mucha probabilidad el primer gran ídolo de masas por aquellas tierras fue Alberic Schotte, más conocido como Briek.
Apodado en su zona como El Hombre de Hierro, un tipo rudo nacido en la pequeña localidad de Kanegem dentro de Flandes Oeste, que compaginaba el trabajo en la granja familiar con la bicicleta, y que se jactaba sin reparo de su dieta en los días de carrera: “Para desayunar me puedo comer un bistec, dos huevos, pan untado con mantequilla y para rematar un café”. Incluso llevaba carne en su propia maleta cuando se marchaba a correr lejos de casa: “Vivía en la región de los mataderos clandestinos y podía aprovisionarme fácilmente”. Aunque tan solo tiene en su haber dos ediciones del Tour de Flandes (1942 y 1948), se ganó una legión de seguidores por sus múltiples intentos en el monumento flamenco y hazañas encima de la bicicleta tanto en las grandes clásicas como en otro tipo de pruebas. Fue dos veces Campeón del Mundo e incluso llegó a ser segundo en un Tour de Francia (1948) por detrás del gran Gino Bartali. Un auténtico todo terreno, que, debido a su versatilidad y fortaleza física y mental, fue capaz de brillar en múltiples escenarios. Participó nada menos que en veinte ediciones de De Ronde.
Especialmente relevante, aunque no con el final esperado para el ciclista belga, fue el Tour de Flandes de 1950 donde acudió con un estado de forma inmejorable. Se encontraba en cabeza de carrera con Fiorenzo Magni, Van Est y Mahe, cuando un inoportuno pinchazo le hizo detener su marcha. A pesar del frío reinante que hizo que sus dedos estuvieran congelados, consiguió reparar la avería y lanzarse a la caza de sus perseguidores por muros como el Kapelmuur, que ese día debutaba en la carrera flamenca. Sin embargo, solo pudo atrapar a Mahe y a Van Est, ya que el italiano Magni se adjudicaba el triunfo con dos minutos de diferencia. La mala suerte se cebaba una vez más con este corredor lleno de coraje y tesón, lo que siempre se ha denominado un verdadero flandrien.
Briek Schotte, el último flamenco, nos dejaba el 4 de abril de 2004. Paradójicamente ese día se corría el Tour de Flandes de aquella temporada, la carrera a la que siempre estuvo unido y en la que forjó su leyenda. El comentarista de la televisión belga, en plena retransmisión, le rendía un merecido homenaje: “Dios debe ser un gran seguidor de Briek Schotte”. Todos los años es recordado de igual forma por la organización de la clásica flamenca, que cuida con todo detalle su historia y leyendas.
Imágenes: Annde Creamer / Vincent Van Genechten
Alberto Díaz Caballero es madrileño y uno de los puntales de Le Puncheur. Anteriormente, había participado también en High-Cycling, así como en otros proyectos como Road & Mud y Planeta Ciclismo. Sobre historia, sobre actualidad o sobre cualquier tema. Un todoterreno del ciclismo que transmite conocimiento y pasión en cada texto.