Thibaut Nys, mucho más que el heredero de Sven

La temporada de ciclocross está en su ecuador y me han encargado escribir sobre el hijo de uno de los mayores mitos de la historia del ciclismo, y sin duda el mayor mito del ciclocross: Sven Nys (o Sven Nijs, como lo llamábamos en mi época cuando era mi ídolo *). Es un artículo fácil y agradable de escribir, con muchas similitudes con la historia de Mathieu van der Poel.

Personalmente, no fue hasta 2018 cuando empecé a oír cosas muy buenas sobre el hijo de Sven Nys, a quien todavía no ponía cara ni cuerpo. Escuché que andaba muy bien y que tenía futuro en el ciclocross. Pero, de repente, empezamos a ver vídeos suyos haciendo cosas como estas:

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Fue entonces cuando vimos que era muy, pero que muy especial, con un talento técnico descomunal, a imagen y semejanza de su papa Sven. En la temporada 2019/2020, confirmó esos buenos augurios con un año que firmaría el mismísimo Mathieu van der Poel: ganó 22 de 26 carreras, incluyendo el Mundial (por cierto, el mejor español fue Igor Arrieta).

Así que teníamos otro candidato para destronar a Mathieu van der Poel y Wout van Aert. Un candidato que, además, nos encantaba por ser el heredero de Sven Nys. En la categoría Sub-23 siguió apuntando maneras: consiguió un bronce en su primer Mundial Sub-23 y ganó el siguiente a rivales como Tibor Del Grosso, Witse Meeusen, Joran Wyseure y Emiel Verstrynge, todos ellos destacados hoy en la categoría Élite. Pero claro, esto era ciclocross, no carretera… ¿Triunfaría el joven Thibau Nys donde fracasó su padre?

No tardó mucho en demostrar que la carretera tampoco se le daba mal. En 2021, con solo 19 años, ganó el Europeo de Ruta, la Flèche du Sud y quedó sexto en el Mundial. Todo iba viento en popa. ¡Había un nuevo candidato a estrella mundial!

Llegó finales de 2023 y todo estalló. Empezó la temporada de ciclocross con auténticas exhibiciones que hacían palidecer las de la famosa dupla Van der Poel-Van Aert. Mostró un poderío físico brutal y una capacidad técnica como pocas veces he visto. Para muestra este video:

En su primera carrera, ya dejó claro lo que venía. Ganó un Exact Cross, una Copa del Mundo y una carrera del X2O (nada menos que la icónica Koppenbergcross). Además, obtuvo otros puestos meritorios que nos hicieron soñar con que podía liderar, junto a Tom Pidcock, la resistencia a los dos gigantes. Pero tras ese inicio fulgurante, desapareció. Hizo buenas carreras, pero no al nivel que esperábamos los corredores de ciclocross de sofá.

La realidad es que, con 21 años, estaba ganando carreras en la élite. Nosotros fuimos injustos con él, y la UCI lo fue aún más. Lo usaron como chivo expiatorio del fracaso de asistencia a las Copas del Mundo. Fue triste cargarle las culpas a un chaval de 21 años por algo que no tenían valor de reprochar a Van Aert o Van der Poel, que solo corren lo que les interesa. O, mejor aún, podrían mirarse al espejo y pensar qué hacen mal para que las estrellas prefieran los Superprestige. En esta entrevista, Felipe Orts habla muy claro sobre este tema.

Tras una buena temporada en ciclocross, Thibau pasó a la carretera con aún mejores resultados. En 2024, consiguió nada menos que 10 victorias en pruebas como el Tour de Romandía, la Vuelta a Suiza o la Vuelta a Polonia. Es un corredor que sube muy, muy bien, pero que, además, tiene una punta de velocidad que le va a dar muchísimas victorias. En la guía de equipos, nuestro amado líder Sergio Yustos lo señaló como líder del Lidl-Trek, por delante de Giulio Ciccone, Tao Geoghegan Hart y el recién fichado Lennard Kämna. Y creo que acertó.

Escuchando a su padre, que algo sabe de esto, parece que la temporada de su hijo estará enfocada en las Ardenas. Pero, como en el ciclocross, tendrá que lidiar con dos huesos duros de roer: Tadej Pogačar y Remco Evenepoel. ¿Qué sería de este corredor en una época con menos nivel? Pero aquí lanzo otra pregunta: ¿a qué nivel puede llegar este chaval? Yo le auguro un gran futuro como cazaetapas. En clásicas tengo mis dudas, pero veremos… En generales, de momento no lo veo, ya que su mayor debilidad sigue siendo la irregularidad.

¡Pero veremos hasta dónde llega el hijo de Sven!

* Bueno, después mi ídolo fue Niels Albert desde que le vi ganar en Igorre en directo, pero, para este artículo, no quedaba tan bien decir que Sven fue destronado en mis preferencias… 😅

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