Giro de Italia 2021: recorrido, análisis y altimetrías

El Giro de Itaila 2021 tendrá un carácter extraño, inédito hasta la fecha, con reminiscencias de las tendencias ofrecidas por las otras dos grandes para la misma temporada. Es decir, con la contracción de la contrarreloj en el caso del Tour y la contención en la inclusión de montañas, y con el modelo Vuelta de dureza en los finales de etapa, buscando muchas pequeñas batallas a lo largo de las tres semanas de carrera.

Que nadie se lleve a engaño, este recorrido conserva algunos elementos que hacen reconocible al Giro. Sin embargo, se observa que el fantasma de la mala participación del año anterior ha hecho pupa en la cúpula de RCS, que se ha dejado llevar por las opiniones que solicitan un recorrido más amable y coherente con una posterior participación en el Tour por parte de los grandes gallos.

El Giro centra sus tres semanas en la mitad norte del país. Fuente: RCS

Afectados por la pandemia y las evidentes dificultades por cerrar el recorrido, la presentación ha tenido lugar muy tarde, con tan sólo dos meses largos antes de darse el pistoletazo de salida a la corsa rosa.

La tradición vuelve de la mano de la Marmolada, un coloso ausente desde que en 2011 fuese el escenario de una cruenta batalla entre Nibali y Contador. Entonces también se subía el Giau, aunque en otro orden. Cortina d’Ampezzo, meta de la etapa reina, vio ganar a ‘Purito’ Rodríguez vestido de rosa. Maglia que perdió en la contrarreloj final a manos de Hesjedal.

Sin embargo, muchas subidas son menos conocidas y restan ese tinte histórico a una carrera que adolece de kilómetros contrarreloj, que excede el número habitual de llegadas en alto y que incluye, como elemento más ilusionante, más kilómetros de sterrato. En el lado positivo, la carrera no se centra únicamente en su última semana, donde sigue concentrando las etapas más decisivas.

Si se puede hacer una valoración general del recorrido en sí, se puede apreciar un claro influjo del modelo de la Vuelta a España. No existe el abuso de las montañas, sí el reparto de la dureza y las oportunidades a lo largo del trazado. Analizamos etapa a etapa:

Etapa 1. Turín – Turín … 9 km (CRI)

Más que un aperitivo, se convierte en la segunda contrarreloj de una prueba que apenas juntará 38 kilómetros en la lucha individual en total. Primeras diferencias y primer test, si bien la carrera será larga y dará muchos giros de guión.

Etapa 2. Stupinigi – Novara … 173 km.

El primer día en línea siempre trae nervios por coger la primera escapada y ser protagonistas del podio. Sólo un puerto puntuable, más por otorgar el maillot verde que por la propia dificultad del ascenso. La meta, en ligera subida.

Etapa 3. Biella – Canale … 187 km.

Llega el terreno ondulado. Sin ser una etapa de media montaña o estilo clásica, pero sí será difícil una llegada masiva. Las fugas comienzan a tener posibilidades y los favoritos deberán estar atentos por si pueden comenzar a seleccionar el ramillete de favoritos. Los repechos finales, no puntuables, serán decisivos para dilucidar el vencedor de la etapa.

Etapa 4. Piacenza – Sestola … 186 km.

Llegada en alto. Comienzan las montañas y las primeras diferencias serias entre los favoritos. El puerto final no es excesivamente duro (ver altimetría), aunque sí lo suficiente como para ver cuál es el estado de forma de los gallos. Tercera ascensión hasta Sestola en la historia del Giro.

Etapa 5. Modena – Cattolica … 171 km.

Los sprinters recuperan el protagonismo con una etapa que se aproxima a la costa en su parte final y que bien podría crear nerviosismo en el pelotón.

Etapa 6. Grotte di Frasassi – Ascoli Piceno … 150 km.

Segunda llegada en alto, en esta ocasión de mayor entidad. La altimetría no engaña y pese a que hay algún descanso, sí que la dureza de las rampas y las constantes curvas de herradura harán que el grupo se estire y haya diferencias. Primera selección importante. Con anterioridad, pese a que no sea decisivo, se asciende Forca di Gualdo, que sí puede ser importante en la conformación o selección de la escapada del día. También se incluye el Forca di Presta, con un largo descenso que conducirá a las proximidades del puerto final.

Etapa 7. Notaresco – Termoli … 178 km.

Jornada de teórico descanso para los líderes donde la solitaria ascensión a la localidad de Chieti y algunos repechos alterarán la dinámica de un día que pinta a sprint masivo.

Etapa 8. Foggia – Guardia Sanframondi … 173 km.

De nuevo llegada en alto, la tercera en sólo ocho días de competición. Antes de un corto y exigente final en montaña, se sube el Bocca della Selva, cuyo descenso es largo y tiene su miga. Muchos repechos y múltiples descensos que romperán el ritmo en una zona que es una auténtica tortura para rodar rápido.

Etapa 9. Castel di Sangrio – Campo Felice … 160 km.

Dura etapa de media montaña, si bien el kilometraje ayudará a que la intensidad sea mayor y las diferencias más pequeñas. Desde la salida hasta la cima, con sterrato en una zona bastante dura y decisiva, apenas habrá un metro llano. Por el camino, subidas tan difíciles como el passo Godi, Forca Caruso y, sobre todo, el Ovindoli, conectado prácticamente a la subida final. Pese al perfil, las subidas no son excesivamente duras. Cuarta llegada en alto en nueve días

Etapa 10. L’Aquila – Foligno … 140 km.

Saliendo de zonas montañosas, el terreno es ligeramente descendente, con un único puerto puntuable que, junto al terreno rompepiernas y algún otro puerto no puntuable, podría hacer parecer que una fuga tendría opciones. Y las puede tener. Sin embargo, lo corto de la etapa puede hacer merecer la pena el esfuerzo.

Etapa 11. Perugia – Montalcino … 163 km.

Uno de los primeros grandes días del Giro. Montalcino, con el recuerdo que dejó en 2010 en una batalla bajo la lluvia y el barro, vuelve once años más tarde para jugar el mismo papel que entonces. Los favoritos tendrán hasta 38 kilómetros en tramo de sterrato en los que la mayoría son en subida o llano. No se prevé decisiva, pero sí puede provocar nervios y desgaste a algún favorito que lo acabe pagando después.

Etapa 12. Siena – Bagno di Romagna … 209 km.

Una de las etapas más largas de la edición. Media montaña en toda regla, donde las escapadas pueden ser peligrosas, fantasmas de otros años en los que los podios se decidieron así. Los favoritos podrían entrar en acción. Se ascienden el Monte Morello, los habituales passo della Consuma y passo della Calla y el passo di Carnaio a apenas 10 kilómetros de la llegada.

Etapa 13. Ravena – Verona … 197 km.

Tras dos días de dura media montaña, los sprinters tomarán en control junto a sus equipos en una de las pocas oportunidades que se les presenta a lo largo de las tres semanas. Previa de gran día.

Etapa 14. Citadella – Zoncolan … 205 km.

Primera llegada en alto seria del Giro 2021. El Zoncolan, además, llega por su vertiente más «suave», donde los últimos tres mil metros sí concentran una gran dureza. La etapa sólo incluye el Monte Rest como anticipo en una etapa algo descafeinada. No debería crear grandes diferencias.

Etapa 15. Grado – Gorizia … 145 km.

Domingo que debería ser decisivo en la carrera y que, en cambio, incluye un circuito con algunos repechos que lejos de facilitar la victoria en una fuga, poco más podrá aportar a una pelea por la general que esperará mejores ocasiones. La mayor noticia del día es el paso a Eslovenia.

Etapa 16. Scale – Cortina d’Ampezzo … 212 km.

Etapa reina. De salida se afronta La Crosetta, que tiene dureza sobrada como para dinamitar el gran grupo. La fuga saldrá de sus rampas, con toda una zona de valle para asentar las diferencias. Después llegará la Marmolada, que regresa después de una década de ausencia. Será el lugar para los valientes. El Pordoi -cima Coppi- añadirá altitud y desgaste que se debería notar en el Giau, un coloso que debería decidir el ganador de etapa y forzar diferencias en la general.

Etapa 17. Canazei – Sega di Ala … 193 km.

Tras la segunda jornada de descanso, llega el turno de un final en alto bastante duro: Sega di Ala. La etapa parte totalmente descendente y afronta en solitario el ascenso a San Valentino, que tiene longitud y dureza para marcar diferencias por sí mismo. Uno de los días decisivos.

Etapa 18. Rovereto – Stradela … 228 km.

Día de llano y última ocasión para los velocistas, que no permitirán que la fuga llegue a buen término. Si bien es cierto que la etapa tiene mucha longitud, es fácil que se ruede rápido.

Etapa 19. Abbiategrasso – Alpe di Mera … 178 km.

Otro final en alto de gran dureza. Rampas muy sostenidas, sin descanso alguno y en zona roja, donde los desfallecimientos se dejarán sentir. La etapa es dura, aunque no en exceso. Mottarone vuelve a la ruta del Giro diez años después, muy lejos de meta. Entre medias los ciclistas tendrán el passo della Colma para calentar las piernas de cara a la subida final.

Etapa 20. Verbania – Alpe Motta … 164 km.

Decisiva etapa la celebrada en la jornada 20ª. Nada menos que tres colosos, con meta en el último de ellos y sin descanso entre sus descensos y el inicio del siguiente puerto. Se introduce el Giro en Suiza para subir el San Bernardino, un largo ascenso que será la última ocasión de atacar de lejos. El passo Spluga añadirá más dureza y su descenso conducirá al pie de la última subida, donde se jugará el Giro.

Etapa 21. Senago – Milán … 29 km (CRI)

Como cierre y como viene siendo habitual, una contrarreloj de apenas 30 kilómetros de longitud decidirá lo que quede por dilucidar en los primeros puestos. Totalmente plana, las diferencias se pueden abrir entre escaladores y especialistas.

Foto: Sirotti