Hace dos años y medio hablábamos de Jon Aberasturi como un rara avis en el ciclismo vasco. Acostumbrados a disfrutar de valientes escaladores de mayor o menor alcance, el rol del corredor nacido en Vitoria está fuera del canon. Un sprinter que no es excesivamente ganador, pero que a través de su constancia y buen hacer ha conseguido alcanzar la orilla del World Tour, en el que ha permanecido durante dos temporadas. Dos años en los que no ha levantado los brazos, pero en los que sí ha sido capaz de competir en varias de las mejores carreras del panorama.
En el Trek Segafredo (ahora Lidl Trek) no disfrutó de gran vuelta alguna, tampoco de las grandes clásicas, en las que sigue inédito. Y mira que es un corredor bastante válido para esas pruebas. No es complicado imaginarse a Jon compitiendo una Milán San Remo, si bien las colinas no son sus amigas y el nivel de la competición es muy elevado para colarse en puestos de honor. Pero al menos como coequipier en ciertas carreras sí hubiese tenido cosas que decir y hacer. Ahora ya parece complicado que el ciclista alavés vaya a debutar en los Monumentos si no lo ha hecho en sus 13 años como ciclista profesional.
Euskaltel le recluta para un proyecto que parece más ambicioso que nunca. Con Víctor De la Parte, el fichaje más ambicioso de esta escuadra, que en 2024 tiene como objetivo fundamental acceder a la invitación de la Vuelta a España, que este año se ha escapado. Con Aberasturi y los integrantes que continuarán en la plantilla del conjunto naranja esperan poseer el atractivo suficiente para estar presentes en la única grande que entra en sus planes en estos momentos. La lógica dice que les tocará por alternancia, aunque desde la organización nadie lo garantiza al 100%.
Aberasturi ya ha tomado la salida en cuatro ediciones, todas con el conjunto vasco y de forma consecutiva entre los años 2018 y 2021. De sus inicios en el Orbea y paso por el último Euskaltel del World Tour, año 2013, regresa un corredor mucho más hecho, experimentado en muchos escenarios, si bien el calendario, con excepciones, ha tendido a ser más secundario. Es cierto que no compite desde que abandonase el Tour de Polonia en su tercera etapa. Fue octavo en la primera, indicativo de que estaba motivado para meterse en la pelea por los sprints.
Tras el periplo en Caja Rural, que fue relativamente exitoso y le permitió el regreso al World Tour, la firma por dos temporadas le llevará quizá a uno de sus últimos contrato como ciclista profesional, teniendo 36 años largos a la finalización del mismo, puede que con extensiones del mismo llegado el momento. Un corredor que ante la más que posible baja de Carlos Canal, con rumbo al Team Movistar, en el conjunto vasco se alineará con Juanjo Lobato (en caso de confirmarse su renovación) para conformar un frente importante en las llegadas masivas.
Sus pruebas no serán las World Tour si exceptuamos las pruebas vascas o la Volta Catalunya, donde el Euskaltel suele recibir la invitación año tras año. Por tanto, no variará el estatus de su calendario en exceso, más allá de que sí tendrá más presencia en las carreras nacionales, que al final son las que mejores perspectivas le pueden permitir. Aunque únicamente tres de las quince victorias que constan en su palmarés se han producido en terreno español. Corea, China, Tailandia, Japón, Hungría y, la última, Eslovenia han visto al nuevo sprinter del Euskaltel cantar victoria.
Fotos: Euskaltel