El paso de ciclista junior a profesional

Aún recuerdo cuando mi amigo Arkaitz Durán pasó de junior a profesional directamente, fue algo inusual. En los últimos tiempos, con los Remco Evenepoel, Carlos Rodríguez o Juan Ayuso, por mencionar algunos se ha convertido en algo más normal. Ahora vemos cómo los equipos más poderosos siguen directamente a ciclistas junior. Con las nuevas tecnologías podemos saber el nivel real de cada ciclista, la PMAX de un sprinter o los w/kg de un escalador en 20’ y compararlo con la base de datos de los ciclistas World Tour.

Entiendo que si un ciclista con 17 años tiene datos de World Tour top, éstos hagan todo lo posible para llevarlo a su equipo. Yo también lo haría, pero esto se está convirtiendo en un arma de doble filo. Hay ciclistas que maduran más tarde, o ciclistas que a base de trabajo se hacen a ellos mismos llegando a un buen nivel con 23 años. ¿Acaso con 23 años no sigues siendo joven para pasar a profesionales? Para mí sigues siendo un chavalín. Me viene a la memora Sergio Vega Merodio, que fue un junior muy normalito y luego llegó a ser campeón de España amateur.

A mi entender, no podemos hacer de unos casos excepcionales la normalidad. Y creo que hay que seguir pasando al ganador del Memorial Balenciaga, al de la Vuelta al Bidasoa o al de la Vuelta a Zamora, por poner algún ejemplo, o el ciclista sub23 entrará en un total abandono o olvido.

Como preparador físico de la categoría junior, me doy cuenta de que hay ciclistas con 18 años con una mentalidad más madura que otros. Y realmente para ser profesional necesitas de cierta madurez o vas a estar la mayoría del tiempo llorando en la habitación del hotel, en lugar de disfrutando del ciclismo. Un chaval de 18 años, salvo raras excepciones, necesita que después de una carrera su director vaya a la habitación y le pregunte como está. Que incluso le dé cariño, le pregunte por su novia o por su mascota, si es que las tiene.

Pero posiblemente en la mayoría de los casos no sabe nada de su vida personal. Hay que tener cuidado o se pueden convertir en juguetes rotos, dejando el ciclismo prematuramente porque no aguantan la presión. De estos también hemos visto casos recientemente.

Foto: Aubel Thimister-Stavelot