Después de erigirse en la sorpresa de Le Tour des Femmes avec Zwift 2023, la vigente campeona del mundo Lotte Kopecky tiene ante sí el posible asalto al Giro d’Italia Women.
Quien hubiera osado afirmar allá por el año 2017 – cuando Kopecky era una promesa de la pista que aun estaba a punto de conseguir su primer arcoíris, que la ciclista de Rumst sería capaz de culminar una evolución tan magistral, desde el fondo de la pista hasta las ascensiones más duras y prolongadas de las grandes vueltas. Seguramente unos pocos visionarios.
I’m different, I’m different
«I‘m different, yeah I’m different. Pull up to the scene with my ceiling missing» rapea 2 Chainz. Literal o metaforicamente es posible que también lo haga la belga del SD Worx Protime.
Que Kopecky es una rara avis, una ciclista diferente, a nadie se le escapa. Es carismática, divertida, agresiva, irreverente y a veces parece desconectar de la carrera. Pero igual que desconecta te pinta un lienzo cuando menos te lo esperas.
Es una de esas bandarras del pelotón que disfruta compitiendo, qué casi siempre quiere jaleo, que siente, que lucha, que a veces se frustra y que suele darnos espectáculo a los aficionados.
En 2021 cuando fichó por SD Worx de cara a 2022 «avisaron» de que buscaban un nuevo salto en la evolución de Kopecky como ciclista. Muchos no lo vimos venir. No creímos que el salto que pudiera dar la belga en el conjunto neerlandés fuera tan grande.
El salto de Kopecky
Pero sí. Lo dio. Al menos el año pasado en Francia, frente a la flor y nata del pelotón se coronó, solo por detrás de su compañera Vollering.
Atacó, venció, fue líder, aguantó. Luchó, tiró de su grupo, hizo la goma y fue capaz de sufrir para mantenerse en la pelea. Parecía que perdía toda aspiración el podio. Máxime sabiendo que su compañera Vollering iba desbocada hacia la gloria, pero siguió peleando.
A base de sufrir se presentó antes de la última crono a una distancia salvable -para ella- del podio. Y lo logró. Acabó segunda Le Tour des Femmes. Después sería campeona del mundo en Glasglow, en carretera y en pista, pero eso es otro cantar.
2024 el año de culminar el asalto
Este año en Emiratos Árabes Unidos golpeó la primera. Se impuso en la ascensión a Jebbel Haffet. Puede que faltaran líderes de equipo, pero también ella estaba lejos de su pico de forma. Su objetivo estaba en Roubaix. Lo había dicho, había insistido en que era el gran objetivo que le faltaba por cumplir y a pesar de toda la presión propia y externa fue capaz de lograrlo.
Algo propio de una superclase como Kopecky. Nunca es fácil cumplir con las expectativas y menos con las que uno se pone y airea públicamente. Pero en eso, Kopecky también es diferente. No esconde su meta, aunque le pueda hacerse sentir y estar más vigilada.
Con el adiós de Vollering a SD Worx, la jefatura de equipo de cara a las montañas y ascensiones queda «vacante». Siempre hemos postulado a Niamh Fisher-Black como la gran aspirante a dar el salto a las grandes vueltas por etapas. La neozelandesa tiene esa mezcla de humildad y osadía en el carácter que la hacen candidata a todo en una gran vuelta.
Le falta culminar el salto y erigirse en una verdadera candidata. Arrojo tiene, no es de mirar para atrás cuando se mueve. Tampoco es de dejarse ver en posiciones retrasadas del pelotón. Desde que que emigró a Londres para ser profesional tuvo claro que su sitio está en cabeza de pelotón. Que el tópico de que las ciclistas livianas y pequeñas no pueden rodar no es para ella.
Sin Reusser en el equipo (si se confirma también su presumible marcha a Movistar –segun adelantaba Fran Reyes en Relevo), solo queda Anna van der Breggen como corredora solvente de cara a la montaña. La ahora directora anunció su regreso hace solo unos días. No sabemos hasta dónde puede llegar la neerlandesa, ni tampoco cual es su punto de partida. Eso sí que lo pueden prever en SD Worx, dado que la neerlandesa acostumbra a acompañar a sus hasta ahora pupilas en algunos entrenamientos. Lo cierto es que su regreso también puede suponer tranquilidad a Kopecky.
Asalto al Giro d’Italia, prueba de fuego para Kopecky
Su prueba de fuego en el Giro d’Italia Women es un poco menos trascendental. Si no es capaz de vencer o de pelear por la victoria el equipo tendrá al menos otra baza (con van der Breggen) al margen de Fisher-Black de cara a las generales de pruebas por etapas con desnivel en 2025.
Pero aun así, Lotte Kopecky está ante su gran reto de 2024. Ni siquiera los JJ. OO. de París suponen un reto tan mayúsculo. Una victoria en L’Aquila supondría erigirla en una candidata para todo y sobre todo de cara a pelear de tú a tú el Tour de France des Femmes a su hasta ahora compañera de equipo Demi Vollering.
Que no se lo cuenten, síganlo, porque si pestañean se lo pueden perder. Esperamos a una Kopecky en estado puro en este Giro d’Italia Women.
Pucelano, este deportista varios años colaborando con proyectos tan exitosos como Road&Mud, High-Cycling y ahora Le Puncheur. Ciclismo femenino, masculino y siempre una opinión certera, informada y que aporta a quien la lee.