Tadej Pogacar continúa aplastando

Finalizada la primera edición del Tour de Francia que no ha culminado en París, cuesta escribir algo nuevo, dar un valor añadido a un artículo cuando tanto ya se ha escrito acerca de los récords históricos ya conseguidos por su vencedor Tadej Pogacar que continúa aplastando tras su victoria en el Giro. Ciclista que durante el presente año 2024 ha disputado 6 carreras, y se ha impuesto en 5 de ellas. Y en la que no venció, la Milán-San Remo, hizo podio. Simplemente con esos datos, nos valdría, a finales de julio ya, para apercibirnos de que nos encontramos ante un hecho absolutamente excepcional en la historia del ciclismo. Comparar la superioridad exhibida por el esloveno en este Tour nos llevaría a Merckx, Hinault, y el Tour de 1984 de Laurent Fignon. Ahora mismo, no se me ocurren más, aunque la memoria es siempre débil.

Ciñéndonos a lo ocurrido en estas dos últimas etapas, vivimos un etapón el sábado pasado camino del col de la Couillole. Un magnífico encadenado en el que se entremezclaron la lucha por la etapa y por la clasificación de la montaña. Excepcionales las prestaciones tanto de Enric Más como de Richard Carapaz. En una subida memorable, se arrancaban el uno al otro, recordando un ciclismo del que no acostumbra a llevarse. Carapaz, no contento con haberse llevado el maillot de puntos rojos, luchó por repetir triunfo de etapa. No lo consiguió. Las circunstancias de carrera, con un Mikel Landa muy metido en carrera intentando ganar tiempo sobre Almeida, fueron las que llevaron, otra vez, a Tadej Pogacar al borde de la victoria. Y una vez en el borde… Pogacar no perdonó, intentando clavar otra pulla psicológica sobre Vingegaard, con quien llegó escapado a los últimos metros.

En la crono con la que ha acabado el presente Tour, Tadej Pogacar ha conseguido su sexta victoria de etapa. Era el ciclista más fuerte, y así lo ha vuelto a demostrar. Pogacar ha competido hasta el final, incluso a pesar de la sobrada renta de la que disponía para afrontar esta última jornada. Han sido sus dos seguidores en la general, los que también le han seguido en la clasificación de la etapa. Incluso en el top ten de la etapa, los únicos que han conseguido colarse han sido quienes ya estaban en el top ten la general, con la sola incursión de Harold Tejada.

Poco más que añadir, a falta de análisis más globales que podréis encontrar en Le Puncheur durante los próximos días. Sí que me gustaría poner en perspectiva ciertos aspectos. Uno, quizás ya olvidado, porque se contaba con él desde el inicio de la contienda en Florencia., y a estas alturas hace tiempo que ya se dio casi por amortizado: el hecho de la caída de Vingegaard en la Itzulia, que truncó la preparación del danés, al igual que el año pasado la caída en Lieja truncó la del esloveno. Que ante una caída tan grave como la padecida en abril, Jonas Vingegaard sólo haya sido batido por un imperial Pogacar, da idea de la descomunal prestación de Jonas Vingegaard. No lo olvidemos de cara al futuro Tour de Francia 2025.

Y otra consideración: la prestación de Remco Evenepoel. Tercero, sólo batido por las dos bestias pardas. De 24 años. Iniciado en el ciclismo a una edad muy tardía para lo que se considera estándar. Y, por tanto, con un desonocido por ahora margen de progresión. Un ciclista del que buena parte de la crítica ha considerado que nunca sería capaz de superar la montaña tipo de un Tour de Francia. Entre sollozos, en Niza, cerca del podio, seguramente recordaría todo lo que lo que le ha costado llegar hasta ahí.

Que la brutal superioridad de Tadej Pogacar mostrada en este Tour de Francia no nos haga perder la perspectiva. La vida y el ciclismo dan muchas vueltas.

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