A vueltas con el CX y las reformas de la Copa del Mundo UCI

Una nueva polémica a la vista en el mundo del CX. Y es a vueltas con la dichosa Copa del Mundo y el empeño de la UCI de contentar a todos a la vez. Un poco de historia: la Copa del Mundo nació a principios de los 90, en 1993, para rivalizar con el Superprestige, que era el campeonato hegemónico en el ciclocrós. Constaba únicamente de cinco pruebas, una de ellas la añorada de Igorre, nuestro verdadero templo del ciclocrós.

La Copa del Mundo, a diferencia del Superprestige, que son ocho pruebas y todas en Bélgica (salvo Gieten, en Holanda), siempre se ha ido desarrollando en un número alto de países diferentes y un creciente número de pruebas. No en vano, en su propia concepción, las cinco carreras originales eran en cinco países diferentes: Suiza, España, Francia, Holanda y Bélgica. Ahora mismo son catorce pruebas con siete países diferentes. Además, las pruebas han ido variando con el paso del tiempo, saliendo y entrando a la Copa del Mundo. Por ejemplo, uno de los considerados «monumentos» del CX, Koksijde, lleva dos años que pertenece al trofeo X2O (cuya clasificación es por tiempo) en vez de la Copa del Mundo.

Con todo esto no parece que actualmente sea muy apetecible disputar una Copa del Mundo, ya que implica en muchos casos largos traslados que hacen que toda la logística sea más complicada. Coinciden carreras belgas, como Kortrijk o Essen, con mucha tradición, con carreras como Val Di Sole o Dublín, de nula tradición. Hacen que en muchos casos el doblete no sea viable y los corredores prefieran la comodidad de tener toda la logística ya en tierras belgas. Históricamente, salvo Mathieu Van der Poel, que ha mostrado poco entusiasmo por la general de la Copa del Mundo (ha ganado una única vez, pero hay varios años que hizo podio sin correr varias de las carreras), sí que tenía cierta importancia esta clasificación general, teniendo a Nys o Van Aert como ganadores múltiples. Pero creo que siempre ha estado por debajo del Superprestige.

Con todo esto, desplazamientos más largos, más carreras… Este año la UCI se ha enfadado, pero no se ha enfadado con el llamado Big Three, no. Se ha enfadado con el joven Thibau Nys, que al igual que otros, como Felipe Orts, no planifican su carrera en torno a una clasificación general de la Copa del Mundo. Sino en función de tener una temporada bastante compensada, independientemente de si las carreras son de Copa del Mundo, de X2O, Superprestige o las propias de cada país, como puede ser la Copa de España.

En mi opinión, reducir el número de pruebas sí ayudaría a que fuese más viable seguir la general de la Copa del Mundo. Pero no le veo mucho sentido a cambiar las fechas para poder adecuarse al Big Three, ya que sus objetivos no pasan por el ciclocrós, como lo han dicho ya varias veces. Van der Poel ya ha insinuado que igual no corre, Van Aert este año ha corrido poco y sin una preparación específica, Pidcock lo mismo…

Pero es que en el caso de Van der Poel, cuando hacía toda la temporada, tampoco parecía tener un especial interés en la general. Así que haciendo eso igual estás intentando acercar a tu producto a los que menos caso hacen a tu producto. Pero a su vez estás perjudicando a los especialistas que sí tienen un interés real en esta competición y por eso empiezan antes a competir, devaluando de cierta manera el principio de temporada de octubre.

De igual manera, creo que es importante entender que el ciclocrós tiene una tradición muy arraigada en Bélgica y sus pruebas. Eso hace que tenga una temporada bastante amplia y con muchas alternativas. Algo que no pasa en el MTB, donde la Copa del Mundo canibaliza todo el XCO (el marathon sobrevive como puede). Con lo cual, creo que reduce enormemente el calendario de grandes pruebas de MTB, y con ello el disfrute.

Hablando con Felipe Orts el otro día sobre esta cuestión, nos dijo lo siguiente:

«La verdad es que no tengo una opinión muy clara sobre esto. Y al final nos tenemos que adaptar a lo que se decida. Pero sí me parece un error pasarla a diciembre y enero, porque al final Van der Poel, Van Aert o Pidcock no necesitan la Copa del Mundo. Y estás premiando a los que no han estado disputando tu competición. Pero es que van a acudir únicamente si les cuadra. Y, si no, pues no irán. Pero ahora mismo tampoco es viable, yo mismo tampoco he seguido la general de la Copa del Mundo. He corrido las que me venían muy bien, y volver a un formato de 8 ó 9 pruebas sí lo veo más viable. Pero sí es verdad que cómo esté configurada no me va a afectar mucho.

Por ejemplo, si este año en la gira de Navidad son seis pruebas en vez de tres, las voy a disputar igual, las que me vayan bien. En noviembre, yo seguiré haciendo mi campaña en Bélgica, independientemente de que haya Copa del Mundo o no la haya. Quizá sí podría disputarla entera en este caso, con menos pruebas. Pero es que lo que quieren hacer es muy difícil también. Al final, si quieren que viajemos en diciembre y enero a Dublín, Val di Sole, Benidorm… va a ser una paliza.

Yo creo que si realmente quieres que los corredores disputen la general, tendrás que ofrecer las comodidades y facilidades para llevarlo a cabo. Igual una liga cerrada parecida a Moto GP que se encargue de la estructura de la competición. Porque sin ayudar a los corredores y a los equipos no pueden pretender que viajemos cada fin de semana a una parte diferente del mundo.»

Fotos: Brazo de Hierro / MMR